Para respaldar el desarrollo del turismo activo a la natura, la acción «Estructuración» del proyecto NATTUR, dedicada a la profesionalización de los actores, se basa principalmente en 2 ejes:
- Calidad, mediante un proceso de certificación y un acompañamiento individual.
- La formación, en una lógica de acompañamiento colectivo.
Desde hace varios años, la ADT ofrece cursos de formación con un «servicio postventa» en el que el formador está disponible para responder a las preguntas y acompañar a los profesionales después de la formación. Sin embargo, los prestatarios de servicios, fácilmente movilizados por su trabajo diario, no solían recurrir a este servicio.
Ante esta constatación, y en el contexto sanitario que conocemos, la ADT ofrece ahora cursos de formación que incluyen momentos de seguimiento.
La idea es dividir el tiempo de formación en dos medias jornadas (en lugar de un día completo), formato más fácil de absorber, además, cuando se trata de videoconferencia, y ofrecer, unos días después, unos momentos de seguimiento para hacer balance de lo que las empresas han puesto en práctica entre las primeras sesiones de aportación teórica y las segundas de aportación práctica.
Este formato, que se prolonga durante varias semanas, permite a los participantes asimilar mejor los temas tratados.
A cada sesión de formación le sigue un cuestionario de satisfacción para evaluarla lo mejor posible y conocer las próximas necesidades a nivel de acompañamiento.
La ADT, y los formadores seleccionados en función de su experiencia, ofrecen un variado catálogo de cursos de formación que incluye:
- Cursos de formación que calificaríamos de generalistas sobre estrategia empresarial, como, por ejemplo «Ganarse a los clientes locales«
- Talleres prácticos que incluyen ejercicios y situaciones reales, como «Re-encantar sus redes sociales» y “Certificación Atención para bicicletas«.
- Seminarios web como «Distribución electrónica y crisis» o «Potenciar la experiencia del cliente«.
Actualmente, aunque los proveedores de servicios tengan otras preocupaciones, los cursos de formación suelen estar completos, con una mayoría de empresas dedicadas al turismo activo a la natura (que tienen prioridad) y representantes de campings y casas de huéspedes.
La fuerza de la ADT reside también en su excelente conocimiento de los proveedores de servicios locales, lo que les permite ir más allá de la simple oferta de un catálogo de formación. De hecho, se ponen en contacto por teléfono con los prestatarios de servicios para ofrecerles planes de formación «a medida» que se adapten a sus necesidades y a su capacidad para ponerlos en práctica.
Los proveedores que participan en estas formaciones han hecho de la crisis sanitaria una oportunidad para no soportar pasivamente la situación. Aprovechan el tiempo de que disponen para realizar proyectos en profundidad y mejorar su oferta y sus experiencias turísticas.